
No me puedo permitir estar triste. Me hace feliz ver el viento correr y el sol pegarme en la cara, me hace feliz cada gota de lluvia y cada hoja que se cae de un árbol, me hace feliz mover de arriba a abajo los dedos y pensar cuantas células abrá abajo de mi piel.
No tengo nada personal con la mediocridad. Pero a veces la solución esta en lo más simple.